Psicologia del duelo

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El duelo se puede definir como la respuesta emocional y psicológica que experimentamos cuando nos enfrentamos a una pérdida significativa. Por lo que en terapia no solo abordamos el duelo cuando...

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¿Qué es el Duelo?

El duelo se puede definir como la respuesta emocional y psicológica que experimentamos cuando nos enfrentamos a una pérdida significativa. Por lo que en terapia no solo abordamos el duelo cuando fallece una persona, sino que también lo podemos transitar cuando pasamos por una ruptura amorosa, un cambio de trabajo, lugar de residencia e incluso una enfermedad.

Importancia de entender el duelo

Comprender el duelo es crucial. Por ello, uno de los objetivos principales a nivel terapéutico será la psicoeducación sobre el duelo y sus fases y herramientas para una buena gestión emocional. Todo ello nos permitirá lidiar con nuestras emociones de manera más sana y encontrar nuevas formas de adaptarnos a la realidad que la pérdida ha creado. Además, entender el duelo nos permitirá dar un mejor apoyo a quienes lo están transitando.

Impacto de la Pérdida en la Salud Mental

Cuando no comprendemos el duelo, podemos enfrentarnos a problemas de salud mental y emocional, como la depresión o la ansiedad, que si no se tratan pueden agravarse con el tiempo.

Síntomas Comunes del Duelo

El duelo es un proceso individual en el que cada persona lo experimenta de manera única. No obstante, algunos de los síntomas más comunes que se suelen ver en consulta son:

  1. Tristeza Profunda: Una sensación abrumadora de tristeza que puede ser persistente y paralizante.
  2. Ansiedad: Preocupaciones constantes, miedo al futuro y sensaciones de inseguridad.
  3. Irritabilidad: Un aumento en la irritabilidad y la impaciencia en la vida cotidiana.
  4. Insomnio o Trastornos del Sueño: Dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo, pesadillas o despertares frecuentes.
  5. Fatiga: Una sensación constante de cansancio y agotamiento físico y mental.
  6. Aislamiento Social: Retirarse de amigos y familiares, evitando el contacto social.
  7. Pensamientos Obsesivos: Pensamientos recurrentes sobre la persona o cosa perdida.
  8. Sentimientos de Culpa o Remordimiento: Cuestionamiento de decisiones pasadas o sentimientos de culpa por la pérdida.
  9. Pérdida de Interés en Actividades: Pérdida de interés en actividades que anteriormente eran placenteras.

Efectos del Duelo en la Salud Mental

El duelo prolongado o no gestionado puede tener efectos negativos en la salud mental a largo plazo. Estos efectos pueden incluir:

  1. Depresión: El duelo prolongado puede desencadenar una depresión clínica, que requiere tratamiento específico.
  2. Ansiedad generalizada: La ansiedad persistente puede evolucionar hacia un trastorno de ansiedad generalizada.
  3. Trastornos del sueño crónicos: Los problemas de sueño pueden convertirse en trastornos crónicos.
  4. Abuso de sustancias: Algunas personas recurren al abuso de sustancias para hacer frente al dolor o como forma de evasión.
  5. Problemas en las relaciones: El duelo puede afectar las relaciones personales y familiares.
  6. Disminución del rendimiento laboral o académico: Las dificultades emocionales pueden afectar en el rendimiento.
  7. Aislamiento crónico: El aislamiento social crónico puede agravar los problemas de salud mental.

Es importante reconocer y abordar los síntomas y efectos del duelo en la salud mental, ya que una buena atención psicológica y el apoyo de amigos y familiares pueden ayudar a superar el impacto negativo del duelo en su salud mental y encontrar así el camino hacia el bienestar.

Las Etapas del Duelo

El proceso de duelo es un camino que no siempre se experimentan de la misma manera ni en el mismo orden para todas las personas. Por eso, en mi labor como psicóloga es de vital importancia poder adaptar la terapia a la experiencia y necesidades de cada paciente ayudándole a comprender, reconocer y validar sus propias emociones durante dicho proceso.

  1. Negación: En esta etapa, la persona tiende a negar o no aceptar la realidad de la pérdida. Puede sentirse como si no fuera real.
  2. Confusión: Empiezan a aflorar numerosas emociones que generan caos y confusión que hacen que incluso la persona puede sentirse abrumada y no saber cómo procesar lo que ha ocurrido.
  3. Ira y rabia: En esta fase, se experimenta enfado y frustración.  El malestar es tan grande que buscas culpables donde sea, una explicación que justifique esta marcha.
  4. Culpa: Durante esta etapa, la persona puede experimentar sentimientos de culpabilidad por cosas que hicieron o no se hicieron antes de la pérdida.
  5. Tristeza: una de las etapas más delicadas que si no se pasa puede derivar en una depresión. Por ello, es de vital importancia que la persona conecte con la tristeza y que entienda que es normal sentirse abatido y triste por la pérdida pero que pasara.
  6. Aceptación: Es un punto de inflexión, donde la persona comienza a aceptar la realidad de la pérdida y aunque todavía duele se siente capaz de gestionar la ausencia y de encontrar una forma de seguir adelante.
  7. Restablecimiento: Es la última fase, donde la persona empieza a llevar a cabo acciones y cambios en las rutinas, a buscar actividades gratificantes y a reestablecer objetivos que le hagan sentir bien consigo mismo Principio del formulario

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Tipos de Duelo

Diferentes autores refieren que según la naturaleza de la pérdida y las circunstancias que la rodean existen 8 tipos de duelo:

1. Duelo anticipado: Es el que se da antes de que la perdida haya ocurrido. Se da por ejemplo en casos de enfermedad terminal donde las personas que acompañan pueden conectar con la pérdida del ser querido. 

2. Duelo sin resolver: Es aquel que sigue presente tras un cierto (entre 18 y 24 meses) tiempo y todavía no se ha superado.

3. Duelo crónico: También llamado duelo patológico o duelo complicado y es aquel que sigue sin resolver y que puede llegar a durar años.

4. Duelo ausente: Este tipo de duelo se da cuando la persona niega que los hechos hayan ocurrido quedándose estancado en la fase de negación pese haber trascurrido tiempo.

5. Duelo retardado: Es aquel que empieza a elaborarse trascurrido un tiempo. Se puede dar en personas que controlan en exceso sus emociones o en aquellas que han tenido que hacerse cargo de otras situaciones que requerían su atención inmediata y por tanto no se podían permitir empezar a elaborar el duelo.

6. Duelo inhibido: El duelo inhibido se produce cuando hay una dificultad en la expresión de los sentimientos, por lo que la persona evita conectar el dolor de la pérdida pero se somatiza a través de síntomas físicos.

7. Duelo desautorizado: Este tipo de duelo ocurre cuando el entorno que rodea a la persona no acepta el duelo de ésta.

8. Duelo distorsionado: Se suele dar cuando la persona ya ha experimentado un duelo previo y se encuentra ante una nueva situación de duelo.

Así, la comprensión de estos tipos de duelos puede ayudar a las personas a recibir el apoyo adecuado y a encontrar diferentes formas de gestionar las emociones. Por lo que el trabajo en sesión ira enfocado a que el paciente pueda entender que cada duelo presenta sus propias complejidades y peculiaridades con sus correspondientes emociones a las cuales habrá que ir dando espacio para que pueda procesar e integrar lo ocurrido.

Terapia Psicológica en el Duelo

Son numerosas personas las que acuden a terapia a la hora de transitar un duelo. En mi labor como psicóloga acompaño al paciente brindándole un espacio seguro y de confianza para poder expresar sus emociones facilitando esa ventilación y desahogo tan necesario. Exploraremos juntos la historia del duelo (es decir, la relación con la persona fallecida o la pérdida, los síntomas emocionales y físicos, y cualquier experiencia relacionada con la pérdida), validando y comprendiendo las fases y emociones que son esperables transitar. Veremos posibles bloqueos o defensas y dotaremos a la persona de estrategias de afrontamiento y de autorregulación y en caso necesario se utilizarían otras técnicas como el EMDR que ayudarían a desensibilizar, reprocesar e integrar la experiencia. Todo esto hará que la persona pueda aceptar y reevaluar sus objetivos vitales dándole un nuevo significado a la vida y por tanto, aceptando e integrando lo ocurrido.

No obstante, durante todo esto proceso también será de vital importancia contar con una buena red de apoyo como familias y amigos, ya que estos factores de protección facilitaran el proceso de recuperación y adaptación.

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